Lucrecio, escribiendo un pasaje que va desde Homero hasta Tucídides y luego desde Platón hasta Bacon, Adam Smith y Rousseau; atribuye el progreso de la civilización al desarrollo de las artes y la ciencia. Podríamos añadir a esta afirmación que, además de diferenciar categóricamente a las civilizaciones, también sirven de bálsamo al espíritu y al intelecto. Y es que, en una sociedad que conlleva una crisis social de décadas, una de las mejores formas de elevar el nivel intelectual y difundir la evolución de la sociedad es mediante la educación artística. Porque es la educación el instrumento más eficaz para superar la ignorancia, la desazón social y el vacío, la desesperación y el miedo. Porque siempre que se entienda al educar como un medio para un fin, y no como un fin en sí mismo, estaremos encauzados en los caminos correctos hacia la superación, tanto individual como colectiva. Y es mediante las artes y la ciencia, como indican los grandes pensadores de occidente, que se logra no sólo la diferencia entre las sociedades civilizadas o primitivas, sino también la contención suficiente ante los males y las desviaciones que conducen a los vicios y problemas que existen en el mundo contemporáneo.
El Proyecto de la Orquesta Escuela de Chascomús es un vehículo que ha demostrado ser refugio para muchos jóvenes de nuestra vecindad ante los peligros que acechan a la juventud hoy en día, incluso en esta joven y pequeña ciudad. Desde su fundación, hace exactamente diez años, este proyecto ha sido amparo para cientos de chicos y chicas que, de no ser por la existencia de esta asociación, tendrían como mínimo el desconocimiento del maravilloso mundo de la música, de la disciplina que implica encauzarse en el dominio de un instrumento musical y del enriquecimiento intelectual que implica ser partícipe de una de las artes fundamentales para la humanidad. Enriquecimiento intelectual y de espíritu, porque la música es un maravilloso universo de estímulos, conocimientos y expresión. Pero no sólo logra esto, sino que también evita que muchos de estos chicos entren en contacto con los vicios, ya sean drogas o alcohol, o actitudes delictivas, pandilleras y hasta contraproducentes, como el desmerecimiento. Porque el aporte que ha hecho esta organización en estos jóvenes es fundamental para la formación de ciudadanos calificados, inteligentes y capaces. Porque más allá de que concluyan siendo grandes instrumentistas o músicos; estos integrantes de este magnífico proyecto socio-cultural contarán con conocimientos, herramientas y el autoestima para afrontar la realidad, el mundo y la vida. Y este es el aporte más valioso que aporta nuestra Orquesta Escuela, pues directa e indirectamente contribuye a formar una sociedad lúcida, más equitativa y mejor. Porque esta Escuela es para todos, y no importa la procedencia ni el status social, no importa la edad ni el nivel académico; todos son bienvenidos a formar parte de lo que hoy es una comunidad vinculada a este proyecto.
Es imposible hablar de la Orquesta Escuela de Chascomús sin reconocer el enorme esfuerzo, tanto individual como colectivo, que realizan diariamente docentes, directores, secretarias, padres y alumnos. El espíritu edificador que echó luz y fuerza para hacer de esto una realidad concreta es aquel que viene desde el seno de sus directivos, que han peregrinado superando mil obstáculos, hasta la participación de chicos, padres, instituciones privadas y públicas, empresas, profesionales, filántropos, artistas, vecinos y visitantes. Porque la llama, la antorcha, el fuego y la chispa adecuada está en los corazones de todos los que participan y todos los que participarán, expandiendo su aura positivo a las manos, las mentes, los corazones y el espíritu de todos. Porque esta Orquesta Escuela no es sólo una institución en sí misma, es una morada y una invitación que busca hacer partícipe a todos, porque no quiere dejar nadie afuera. Porque la Orquesta Escuela de Chascomús es de todos, y todos somos la Orquesta Sinfónica que endulza las almas de nuestra sociedad con el sonido de la igualdad, del porvenir y de la belleza. Porque para todos el arte es la ciencia de lo bello, y en las manos de los hijos de este pueblo está la voz que expresa el deseo de un mejor mañana, para todos.
Hoy comienza un nuevo capítulo en este maravilloso viaje, esta peregrinación que busca una meta, entre tantas, para seguir creciendo. Porque la Orquesta no para de caminar, y necesita, como todo buen caminante, de un hogar propio dónde descansar y recobrar energías, nutrirse de amor y recomponerse para poder salir a girar nuevamente, renovada con el descanso que sólo el hogar puede ofrecer. Porque para muchos, la Orquesta Escuela es un hogar, y hoy esta escuela precisa una casa. Una morada que será de todos, porque como ya se dijo anteriormente, nuestra Orquesta Escuela es de todos, y estamos todos invitados a formar parte de ella. Todos somos la piedra fundamental de este proyecto, fundamental para nuestra sociedad.
El Proyecto de la Orquesta Escuela de Chascomús es un vehículo que ha demostrado ser refugio para muchos jóvenes de nuestra vecindad ante los peligros que acechan a la juventud hoy en día, incluso en esta joven y pequeña ciudad. Desde su fundación, hace exactamente diez años, este proyecto ha sido amparo para cientos de chicos y chicas que, de no ser por la existencia de esta asociación, tendrían como mínimo el desconocimiento del maravilloso mundo de la música, de la disciplina que implica encauzarse en el dominio de un instrumento musical y del enriquecimiento intelectual que implica ser partícipe de una de las artes fundamentales para la humanidad. Enriquecimiento intelectual y de espíritu, porque la música es un maravilloso universo de estímulos, conocimientos y expresión. Pero no sólo logra esto, sino que también evita que muchos de estos chicos entren en contacto con los vicios, ya sean drogas o alcohol, o actitudes delictivas, pandilleras y hasta contraproducentes, como el desmerecimiento. Porque el aporte que ha hecho esta organización en estos jóvenes es fundamental para la formación de ciudadanos calificados, inteligentes y capaces. Porque más allá de que concluyan siendo grandes instrumentistas o músicos; estos integrantes de este magnífico proyecto socio-cultural contarán con conocimientos, herramientas y el autoestima para afrontar la realidad, el mundo y la vida. Y este es el aporte más valioso que aporta nuestra Orquesta Escuela, pues directa e indirectamente contribuye a formar una sociedad lúcida, más equitativa y mejor. Porque esta Escuela es para todos, y no importa la procedencia ni el status social, no importa la edad ni el nivel académico; todos son bienvenidos a formar parte de lo que hoy es una comunidad vinculada a este proyecto.
Es imposible hablar de la Orquesta Escuela de Chascomús sin reconocer el enorme esfuerzo, tanto individual como colectivo, que realizan diariamente docentes, directores, secretarias, padres y alumnos. El espíritu edificador que echó luz y fuerza para hacer de esto una realidad concreta es aquel que viene desde el seno de sus directivos, que han peregrinado superando mil obstáculos, hasta la participación de chicos, padres, instituciones privadas y públicas, empresas, profesionales, filántropos, artistas, vecinos y visitantes. Porque la llama, la antorcha, el fuego y la chispa adecuada está en los corazones de todos los que participan y todos los que participarán, expandiendo su aura positivo a las manos, las mentes, los corazones y el espíritu de todos. Porque esta Orquesta Escuela no es sólo una institución en sí misma, es una morada y una invitación que busca hacer partícipe a todos, porque no quiere dejar nadie afuera. Porque la Orquesta Escuela de Chascomús es de todos, y todos somos la Orquesta Sinfónica que endulza las almas de nuestra sociedad con el sonido de la igualdad, del porvenir y de la belleza. Porque para todos el arte es la ciencia de lo bello, y en las manos de los hijos de este pueblo está la voz que expresa el deseo de un mejor mañana, para todos.
Hoy comienza un nuevo capítulo en este maravilloso viaje, esta peregrinación que busca una meta, entre tantas, para seguir creciendo. Porque la Orquesta no para de caminar, y necesita, como todo buen caminante, de un hogar propio dónde descansar y recobrar energías, nutrirse de amor y recomponerse para poder salir a girar nuevamente, renovada con el descanso que sólo el hogar puede ofrecer. Porque para muchos, la Orquesta Escuela es un hogar, y hoy esta escuela precisa una casa. Una morada que será de todos, porque como ya se dijo anteriormente, nuestra Orquesta Escuela es de todos, y estamos todos invitados a formar parte de ella. Todos somos la piedra fundamental de este proyecto, fundamental para nuestra sociedad.
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